El Presidente de CEOE-Tenerife interviene en la Jornada sobre el Plan de Inversiones para Europa que se esta desarrollando en la mañana de hoy en la sede de Presidencia del Gobierno de Canarias.
La patronal pinchó ayer el globo del Plan Juncker, y lo hizo precisamente durante una jornada informativa sobre el macroproyecto europeo de inversiones, que moverá la friolera de 300.000 millones de euros en los próximos tres años. Una cuantía de la que la región apenas podrá beneficiarse en las actuales circunstancias. No en vano, la maraña burocrática, administrativa y legislativa que impide o ralentiza la materialización de inversiones en el Archipiélago difícilmente casa con los objetivos, y sobre todo con los plazos, del plan al que da nombre el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. El principal representante de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Agustín Manrique de Lara, puso ayer un ejemplo que resume la situación: «El período medio de maduración de una inversión en las Islas está en torno a diez años, mientras que el Plan Juncker es para los próximos tres».
Aunque el jefe del Ejecutivo autonómico, Fernando Clavijo, había puesto énfasis en que la comunidad no puede quedar «al margen» de la estrategia europea, tanto Manrique de Lara como su homólogo de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en Tenerife, José Carlos Francisco, avisaron solo minutos después de que el Plan Juncker no reportará beneficios a la región, cuando menos no en la medida en que podría hacerlo de haberse removido los inconvenientes que paralizan no pocos proyectos. «Este es un fondo diseñado para inversiones, y lo que lamentablemente tenemos en el Archipiélago son dificultades para materializarlas», explicó el presidente de la CCE en conversación con la opinión de tenerife. La situación es tal, ahondó De Lara, que incluso los sectores más productivos de la economía, como el turismo, que no tiene problemas de financiación, se topan con obstáculos. Los plazos que han de transcurrir desde que se plantea un proyecto hasta que este se hace realidad disuaden de sus propósitos a no pocos promotores, agregó el representante empresarial, que insistió sobre esa media de diez años que en Canarias tarda en desarrollarse totalmente una idea de inversión.
En definitiva, Manrique de Lara juzga que el Plan Juncker influirá «menos de lo que debería» en la economía de las Islas, aunque, con todo, entiende que sí tendrá, indirectamente, consecuencias positivas. El presidente de la CCE considera que, de algún modo, la estrategia europea puede contribuir al «cambio de mentalidad» que, a su juicio, ha empezado a experimentar la Administración autonómica con la llegada del Gabinete que lidera Clavijo. «Habrá futuros planes Juncker, pero ahora debemos ser conscientes de una nueva realidad en la que ya no hay subvenciones para grandes infraestructuras, sino proyectos de inversión», subrayó. En resumen, De Lara apuesta por «seguir en la línea en la que estamos», una línea orientada hacia la simplificación burocrática y la supresión de esas dificultades que aún hoy desincentivan a muchos promotores…………
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