El Día Mundial de la Visión se celebra anualmente cada segundo jueves de octubre (8 de octubre de 2016). Este día tiene como objetivo dar a conocer las diversas enfermedades de discapacidad visual y sus tratamientos. Es importante saber que un 80 por ciento de los casos de ceguera pueden prevenirse y que más de 180 millones de personas en el mundo entero sufren de enfermedades visuales.

El ojo se  compone de un sistema de lentes (córnea y cristalino), un diafragma (iris) y un sistema que capta las imágenes y las transporta (retina y nervio óptico). Todas estas partes son sensibles a sufrir daño a causa de los diferentes tipos de trabajos, dependiendo esta patología del tipo de labor, pero también del ambiente en que se realice.

La Mutua de Accidentes de Canarias (MAC) alude a un  estudio realizado por el doctor Héctor Carrasco y enfatiza que la patología más frecuente de accidente ocular es la producida por cuerpo extraño. Respecto a la actividad del trabajador, la mayor prevalencia se da en actividades encuadradas en el sector industrial. Asimismo, según el oftalmólogo Alejandro Lutz, otras patologías habituales son:

Ojos secos: Es sin duda uno de los problemas más frecuentes del mundo laboral y afecta la superficie del ojo. Los síntomas son sensación de sequedad o arenilla, ojos rojos y visión borrosa al final de la jornada, junto con sensación de cansancio y pesadez.

Queratitis actínica: Es la típica quemadura del epitelio corneal que se produce por radiación ultravioleta. Esta radiación proveniente del sol, se refleja en superficies como la nieve y el agua, y está presente también en algunas herramientas, como las que emplean los soldadores al arco. Los síntomas son gran dolor ocular con sensación intensa de arena, gran fotofobia e hinchazón de los párpados.

La catarata: Es la opacidad del cristalino, lente que se encuentra detrás de la pupila y no se ve a simple vista desde afuera. Los síntomas son baja de visión y encandilamiento nocturno. Hay muchas causas para el desarrollo de esta patología, pero los trabajadores expuestos a radiación lumínica y ultravioleta la desarrollan prematuramente

Las lesiones más serias y, lamentablemente, aún frecuentes, son los traumatismos y causticaciones (quemaduras por líquidos). Los traumatismos del ojo se dividen en abiertos (donde se penetra el ojo) y cerrados (donde se mantiene la indemnidad de su pared). Los primeros son de peor pronóstico y, por lo tanto, mucho más graves, pudiendo llevar a la pérdida de la visión y del globo ocular. La magnitud del daño depende de la energía del traumatismo.

Brecha norte-sur en ceguera y discapacidad visual

La  riqueza de una comunidad autónoma está relacionada con el número de casos de ceguera y discapacidad visual que sufren sus habitantes. A menor Producto Interior Bruto en una región, más personas hay con deficiencias visuales operables y otras que ya han quedado ciegas. Así lo indican los resultados del primer estudio a nivel nacional sobre la prevalencia de este tipo de problemas visuales y que desvela una brecha norte-sur en España.

“Sólo por el hecho de vivir en una u otra comunidad autónoma tendrás más riesgos de sufrir estos problemas”, explica Anna Rius, investigadora de la Universidad Politécnica de Cataluña.

Los datos muestran que las comunidades en las que más casos de ceguera y discapacidad visual se registran son Andalucía y Extremadura, y las ciudades de Ceuta y Melilla. Por el contrario, las regiones donde la salud visual estudiada es mayor son La Rioja, Cataluña, Madrid, País Vasco y Navarra. En general, se observó “un patrón creciente de  norte a sur en la prevalencia” de las dolencias estudiadas. Otro patrón “consistente” que se ha observado es que la ceguera y los problemas visuales afectan más a mujeres que a hombres en España.