Las altas cotas de crecimiento económico en nuestra región, apoyado por unos excepcionales resultados del sector turístico, y por variables como el precio del petróleo y una política monetaria favorable, han desembocado entre otros, a un incremento de la demanda interna.
Este conjunto de variables, que se unen a la consecuente mejora del empleo, han propiciado importantes incrementos en los ingresos públicos. La recaudación se había visto reducida durante los años de la crisis y por ello, el Gobierno, en lugar de efectuar reformas del gasto público en aras de su eficiencia y mayor reducción, implementó importantes y constantes incrementos impositivos. El más relevante por su elevada afectación fue el acontecido en el año 2012 que, a través de la Ley 4/2012, de 25 de junio, de medidas administrativas y fiscales, elevó el tipo general aplicable al Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) del 5% al 7%, e incrementó la tributación de determinados bienes y servicios.
Estas modificaciones fiscales lejos de mejorar el potencial de crecimiento de nuestra economía, lastraron el ya debilitado tejido productivo de nuestra región, y ahora con el proceso de recuperación de nuestra economía ha supuesto un revulsivo en los ingresos públicos. En concreto, la recaudación derivada de los tributos que conforman el “Bloque de Financiación Canario”, y que están compuestos por los rendimientos anuales del IGIC, del Arbitrio sobre Importaciones y Entrega de Mercancías en las Islas Canarias (AIEM) y el rendimiento anual del Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transportes, se ha incrementado en su conjunto de manera importante en los últimos años.
Según datos publicados recientemente por la Agencia Tributaria Canaria, las estadísticas correspondientes a estos impuestos recogen ya la recaudación del conjunto de 2016, cuyo incremento con respecto al año anterior se cifró en un 8,41%, ascendiendo ya a los 1.690,28 millones de euros.
Dentro de este bloque, en términos líquidos, se incrementó la recaudación de dos de sus tres figuras, IGIC e Impuesto de Matriculaciones, siendo el mayor incremento el de la recaudación del IGIC, que se cifró en un 9,52% con respecto a 2015, hasta situarse en los 1.535,53 millones de euros. En cuanto al Impuesto de Matriculaciones, éste mostró un crecimiento de su recaudación líquida del 6,97%, situándola en 12,85 millones de euros. Por su parte, la recaudación del AIEM se situó en 141,91 millones de euros, lo que supone una reducción interanual del -2,21%.
Teniendo en cuenta la favorable evolución del IGIC, cuya recaudación representa más del 90% del total de recursos derivados del REF, y la buena evolución del consumo interno y del turismo, consideramos que el Gobierno de Canarias de acometer de cara al año 2018 no solo una reducción impositiva, sino también modernizar el sistema tributario de nuestra Comunidad Autónoma, impulsando actividades con alto potencial de crecimiento económico y de empleo en Canarias y ajustando aquellos otros que carezcan de la suficiente eficiencia en la actualidad