Pedro Alfonso, presidente de CEOE Tenerife, participó en el programa A buenas horas con José Luis Martín, donde ofreció una completa valoración de la economía regional en un contexto de creciente incertidumbre internacional.
Durante su intervención, Alfonso defendió la necesidad de que el Gobierno de Canarias aplique una “inteligencia fiscal” orientada a aliviar la carga de las familias. Reivindicó especialmente la bajada del IGIC como medida clave para estimular el consumo, aumentar la capacidad adquisitiva y dinamizar la economía sin reducir la recaudación pública.
Asimismo, abordó otros asuntos cruciales para la economía canaria:
- Turismo y contexto internacional: Advirtió del impacto que puede tener la incertidumbre geopolítica sobre la confianza de los viajeros europeos y valoró la importancia de estar preparados sin caer en el alarmismo.
- Negociación colectiva en el sector turístico: Aplaudió los esfuerzos por alcanzar acuerdos con los trabajadores y abogó por compensaciones vinculadas a la productividad en lugar de subidas lineales.
- Absentismo y empleo: CEOE Tenerife mantiene en marcha un canal de denuncias sobre absentismo laboral no justificado, respaldado por la inspección y administraciones competentes.
- Escasez de mano de obra: Alertó sobre la dificultad para cubrir puestos en sectores clave, especialmente en islas no capitalinas, e instó a combinar contratación, formación y acceso a la vivienda como solución integral.
- Comercio y apertura los domingos: Respecto al debate abierto en Santa Cruz de Tenerife, abogó por el consenso entre administración, pequeño comercio y grandes superficies, priorizando soluciones progresivas y dialogadas.
- Inversión y estabilidad económica: Recomendó evitar las apuestas de alto riesgo y optar por inversiones prudentes, asesoradas y sostenibles, especialmente en un momento donde la liquidez y la estabilidad son esenciales.
Pedro Alfonso concluyó haciendo un llamamiento a que las políticas públicas se enfoquen en las familias, el consumo y la eficiencia, dejando atrás la parálisis derivada de la incertidumbre. “Hay que pasar de la política de la información a la política de los hechos”, afirmó.