La Economía Sumergida se define como el conjunto de actividades de producción de bienes y prestación de servicios para el mercado que eluden normas, tanto fiscales como de cualquier otro tipo con contenido económico, entre las que se encuentran las regulaciones laborales, pero también otras, como las referidas al medio ambiente, las normas técnicas, las de seguridad, etc., discurre, por tanto, al margen de los registros, estadísticas y controles oficiales.
La principal justificación para operar en la economía sumergida, para la ocultación de la actividad a las autoridades económicas, es la de evadir el pago de impuestos, de cotizaciones sociales y quedar al margen del cumplimiento de la regulación de la actividad económica, siendo la principal motivación, el beneficio que se espera obtener con esta práctica.
Por tanto la economía sumergida es una actividad que afecta negativamente al desarrollo regularizado de la actividad empresarial, produce competencia desleal a otras empresas de su mismo ámbito y sector, lesiona el estado de bienestar, defrauda a la hacienda pública, coloca a los trabajadores que ocupa en situación de ilegalidad y de desprotección social y distorsiona el mercado de trabajo.
Considerando que a pesar de las múltiples actuaciones que se vienen desarrollando por los distintos actores, aún estamos lejos de haber logrado reducir significativamente la economía sumergida en Canarias, es por lo que es necesario continuar desarrollando distintas actuaciones alternativas, mediante el diseño de nuevos métodos de prevención y control.
A lo largo de esta sección ofrecemos la información necesaria para que la empresa pueda conocer y cumplir con sus obligaciones; ponemos a disposición de todos los usuarios un canal de denuncia anónimo; y, además ofrecemos información sobre una herramienta preventiva que ha cobrado interés tras la Reforma del Código Penal, como es el Compliance.