La finalización de las obras en los enlaces de Las Chafiras y Oroteanda, que ya acumulan más de tres años de retraso, se prorroga hasta mayo del próximo año, afectando gravemente a la actividad comercial e industrial de la zona. El tráfico bloqueado ha reducido las ventas y causado despidos.

Pedro Alfonso, presidente de CEOE Tenerife, expresó su preocupación: “Los embotellamientos están desviando la actividad comercial a otras áreas del Sur sin estos problemas. Urge acabar con los retrasos y buscar soluciones inmediatas, sobre todo de cara a la campaña de Navidad, un período crucial para el comercio”. Alfonso advirtió que la falta de acciones puede provocar un desplazamiento de la actividad similar al que sufrió el norte de Tenerife por falta de infraestructuras.

Por su parte, Javier Cabrera, presidente del CEST, criticó la falta de atención del proyecto actual hacia el sistema viario circundante: “El trazado de 2007 mostró cierto compromiso con los polígonos, pero el de 2017 desatendió sus efectos sobre el tráfico local, y ahora estamos viendo las disfunciones que esto está creando”. Cabrera insistió en que, si no se toman medidas inmediatas, se perderá funcionalidad y capacidad comercial.

Ambas organizaciones, han propuesto varias medidas urgentes para mitigar el impacto de las obras, entre las que destacan:

• Incrementar los recursos humanos y materiales disponibles.

• Implementar turnos nocturnos para acelerar la ejecución.

• Ejecutar la vía de aceleración del enlace de Oroteanda hacia el Sur para aliviar el tráfico en el polígono de Las Chafiras.

• Mejorar la señalización y cartelería para orientar a los usuarios durante las obras.

• Desarrollar un acceso alternativo a Las Andoriñas desde la rotonda del Camello.

Además, los empresarios piden una coordinación entre las administraciones para priorizar las mejoras en las intersecciones viarias clave, evitando que los problemas actuales se conviertan en permanentes, afectando aún más a las empresas y trabajadores de la zona.