Tras la propuesta de introducción de un recargo en el Impuesto sobre Combustibles de un céntimo por litro, para financiar actuaciones medioambientales (conocido como “Céntimo verde”), recordamos que desde esta Confederación de Empresarios siempre hemos estado a favor de la preservación del medioambiente y la biodiversidad en nuestra región, pero rechazamos el establecimiento de cualquier tipo de tributo medioambiental, sin su suficiente justificación, ya que estos lastran el desarrollo económico de las regiones en las que se establecen, mermando su competitividad con mayores cargas para las empresas.
Además, la experiencia muestra, como la mayoría de los tributos implantados con la justificación de luchar contra la degradación medio ambiental, no se cumple, convirtiéndose en un mero instrumento recaudatorio para las Administraciones.
Igualmente, el establecimiento de un tributo medioambiental no puede dar lugar a supuestos de doble imposición, por lo que no deben configurarse nuevos hechos imponibles análogos o similares a los de otros tributos vigentes. En el caso que nos ocupa, ya existe una Exacción Fiscal sobre el Consumo de Combustibles de Automoción donde los Cabildos Insulares han fijado en 0,02 euros por litro cuya recaudación podría destinarse además a la preservación del medio ambiente.
Asimismo, se ha de respetar, a la vez, los condicionantes y singularidades de nuestra región, necesitadas de un sistema eficiente, incentivador de la actividad económica, capaz de compensar los aspectos negativos y efectos desfavorables de la insularidad y la lejanía de nuestro territorio, derivados de nuestra ultraperificidad, por lo que ante la implantación de este tipo de recargos, uno de los sectores más afectados será el Transporte, esencial para la economía y generador de empleo, que tendrá además grandes consecuencias en los recursos disponibles de familias y empresas.
Por todo lo anterior, CEOE-Tenerife se opone a la incorporación de este nuevo gravamen en el contexto actual de recuperación de la actividad económica y de la recaudación derivada de ésta, ya que incrementará las cargas tributarias a las empresas e incidirá negativamente en la competitividad de nuestra economía, lo que derivará en un mayor lastre para el desarrollo económico de nuestra región.
Además, esta propuesta se aleja, de lo que desde esta Confederación consideramos una medida más eficiente y que se resume en adaptar los gastos a los ingresos de la Administración para cumplir con nuestros compromisos de estabilidad presupuestaria, conllevando necesariamente, a una reordenación y supresión de gastos de la misma para incrementar su eficiencia y no al aumento de sus ingresos.