Los presidentes del Consejo de Turismo de CEOE, Joan Gaspart, y del Consejo del Transporte y la logística, Rafael Barbadillo, han defendido la necesidad de que se produzca una bajada de los niveles tarifarios de AENA, por considerar que se trata de una medida que fomentará la actividad económica en nuestro país y favorecerá al turismo, en una carta conjunta remitida al director general de Aviación Civil, Raúl Medina.

En la citada carta, enviada ante la próxima aprobación del primer documento de Regulación Aeroportuaria, DORA, que regulará, entre otros aspectos, las tasas aeroportuarias para el periodo 2017-2021, Gaspart y Barbadillo recuerdan que la reducción viene siendo defendida desde hace mucho tiempo por ambos Consejos y que la posición es compartida por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), además de por la mayoría de analistas financieros y las asociaciones de compañías aéreas, que abogan por rebajar estas tarifas entre un 2 y un 3% anual.

Una reducción que, además, no comprometerá la rentabilidad del gestor aeroportuario, tal y como apuntan entidades como el banco de inversión UBS, que asegura que una rebaja del 2,59% anual en las tasas -como reclaman las compañías aéreas- generará a AENA una rentabilidad sobre el flujo de caja libre de alrededor del 8% por año, muy por encima incluso de otros operadores aeroportuarios europeos. Se seguiría garantizando a los accionistas de AENA unos retornos por encima de otros operadores del sector y de otras empresas líderes en España.

La disminución de las tasas redundará positivamente en el tráfico aéreo y en la actividad de los aeropuertos españoles, que ganarán en competitividad, contribuyendo a dinamizar la economía. Por ello, la congelación de tasas propuesta por AENA no se configura como una medida suficiente para impulsar la competitividad de nuestra economía, así como la del sector turístico en particular. Un sector estratégico de la economía española.

Las tarifas aeroportuarias inciden directamente en la evolución del tráfico aéreo. Es indudable que un descenso de estas tarifas favorecerá al consumidor -en cuanto al precio final que soporta el pasajero-, intensificará la demanda y propiciará un aumento del tráfico aéreo y del turismo, además de aminorar los efectos perjudiciales de las elevadas subidas anteriores.

Según los Consejos de Turismo, y del Transporte y la Logística de CEOE, la coyuntura actual de inestabilidad política, de incertidumbre económica y de ajustes para cumplir con los objetivos de déficit, obliga a medidas en favor de la competitividad y del crecimiento y la dinamización de la economía. Y, sin duda, la bajada de tasas aeroportuarias es una de ellas.